Diabetes en perros y gatos

martes, 17 de marzo de 2009

La consumición excesiva del urination y del agua es probablemente las características más bien conocidas que acompañan todas las formas de la enfermedad. Otras muestras del mellitus de la diabetes incluyen un apetito ravenous y cargan pérdida a pesar de la consumición excesiva del alimento. Porque las células

La diabetes Mellitus


La diabetes Mellitus puede afectar a ambos gatos, perros y seres humanos. ¡Puede ser una enfermedad debilitante si está ido untreated, el manejo de ella puede ser un desafío! Imagínese el tener que perseguir alrededor de su gato y perro sobre una base diaria porque

¿Diabetes canina - su perro la padece?


Diabetes Canina: Una enfermedad seria del perro que es totalmente manejable
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Síntomas De la Enfermedad Del Perro Y Extremidades Caninas


Esta sección es una colección de síntomas de la enfermedad del perro y el cuidado médico canino inclina, los problemas, tratamiento y los artículos relacionados - diseñe asistir a dueños del perro para interpretar los

Los perros padecen distintas enfermedades

Los perros padecen distintas enfermedades, algunas de las cuales pueden transmitirse al ser humano. Es importante conocerlas para prevenir su desarrollo y así cuidar nuestra salud y la de nuestro mejor amigo. Algunas de ellas son las siguientes:

Cuerpos extraños gástricos: es muy común y se produce como consecuencia de la ingestión de variados cuerpos extraños por parte de la mascota. Dependiendo de la naturaleza del material ingerido, puede provocar serios transtornos.

parálisis del mapache

Los animales muy afectados pueden mostrar falta completa de reflejos en nervios espinales, debilidad de los músculos inervados por el nervio facial, afectación del ladrido, incapacidad para elevar la cabeza y dificultad respiratoria. La función vesical y el reflejo perineal no se ven afectados.

La parálisis del mapache es un proceso muy similar en el que existe una historia de

Neuritis del trigémino

Evoluciona hacia la curación en 2-3 semanas. Durante este tiempo se requiere un tratamiento de sostén, asegurando la administración de líquidos y alimentos, por ejemplo mediante nutrición enteral.


Neoplasias de nervios periféricos


Los tumores más frecuentes en los perros son los de la vaina nerviosa, pudiendo interesar a los nervios periféricos y a las raíces nerviosas.

A veces los tumores son secundarios, por ejemplo linfosarcomas en gatos.

En general, se observan en animales adultos o viejos, afectando con mayor frecuencia a nervios que inervan a los miembros torácicos, pudiendo interesar también a otros nervios espinales y craneales.

El crecimiento del tumor dentro de la vaina produce compresión y destrucción de los axones, provocando signos unilaterales de evolución lentamente progresiva. Los primeros síntomas suelen ser la cojera del miembro y el dolor, debidos ambos a la compresión radicular, mostrando el animal una elevación intermitente o persistente de la extremidad afectada. Con el paso del tiempo aparece debilidad, atrofia muscular, disminución de los reflejos, etc.

El uso de métodos de diagnóstico por imagen facilita la localización del tumor requiriéndose, tras su resección quirúrgica, análisis anatomopatológicos para un diagnóstico definitivo.

El tratamiento es quirúrgico, bien extirpando el tumor, que generalmente recidiva, o amputando el miembro.


Sordera congénita


La sordera congénita frecuentemente se asocia a trastornos de la pigmentación, por ejemplo la presencia de capa blanca y ojos azules, siendo de transmisión autosómica dominante en gatos.

La sordera generalmente aparece desde el nacimiento, siendo permanente. El dueño puede observar que el animal es más difícil de despertar, siendo a veces más agresivo o más ruidoso al ladrar o maullar.

El diagnóstico requiere técnicas especiales como la respuesta evocada auditiva del tronco encefálico, no existiendo tratamiento.


Neuropatías extensas y afecciones de la placa neuromuscular


Polirradiculoneuritis idiopática


Esta enfermedad es una afección inflamatoria de múltiples raíces nerviosas, de origen desconocido, que afecta generalmente a perros adultos.

Suele comenzar de forma aguda con debilidad e hiporreflexia que afecta a los miembros traseros, progresando en semanas o un par de meses hacia una tetraplejia flácida simétrica. Los signos son principalmente motores, si bien a veces se acompaña de hiperestesia.

daño sufrido por el nervio

El daño sufrido por el nervio se define como:

  • Neurotmesis cuando se lesionan de forma completa todas las estructuras del nervio (axones y cubierta conectiva).
  • Axonotmesis cuando solo se dañan los axones, pero la cubierta conectiva permanece intacta, sirviendo de guía para la regeneración del axón.
  • Neuropraxia cuando existe interrupción temporal de la función y la conducción nerviosa, pero sin lesión estructural; aparece debilidad motriz, sin pérdida de sensibilidad, recuperándose la funcionalidad motora en días o semanas.

La capacidad de regeneración del nervio es directamente proporcional al grado de continuidad de las estructuras conectivas del nervio, por lo que es buena en los casos de axonotmesis y neuropraxia, y no en la neurotmesis. La velocidad de regeneración axonal es de 1-4 mm al día, pudiendo recuperarse la funcionalidad en semanas o meses.

La regeneración de los nervios sensitivos puede provocar la aparición de parestesias a las 2-3 semanas de producirse la lesión, existiendo el riesgo de automutilaciones.

Los signos clínicos, motores y sensitivos, varían con el nervio afectado.

El diagnóstico se suele realizar por la historia y el cuadro clínico, siendo útil la electromiografía para valorar la integridad del nervio y la intensidad del daño.

La recuperación de la funcionalidad neurológica es difícil de precisar, aunque es menos probable en el caso de la neurotmesis. Se considera que tienen mejor pronóstico las lesiones cercanas al músculo inervado.

Si no se recupera la funcionalidad, el tratamiento, en su caso, es quirúrgico. La fisioterapia (natación, masajes) es de ayuda para retrasar la atrofia muscular.


Neuropatía facial idiopática


Es una enfermedad de causa desconocida que afecta a perros y gatos adultos.

Debe diferenciarse de las lesiones del nervio facial que ocurren en algunas afecciones del oído medio y del tronco cerebral. Se considera que 3 de cada 4 neuropatías del facial en perro son idiopáticas, mientras solo 1 de cada 4 lo son en gatos.

La parálisis del nervio facial también se observa en otras enfermedades como en la polirradiculoneuritis idiopática, en las polineuropatías endocrinas (hipotiroidismo, insulinoma, etc.), en afecciones de la placa neuromuscular (miastenia grave, botulismo, etc.) e, igualmente, puede estar provocada por traumatismos.

Ver vídeo (secundaria a hipotiroidismo)

Por lo general la afectación es unilateral. El animal presenta de forma aguda una parálisis de los músculos inervados por el nervio facial, mostrando las orejas caídas, parálisis de las comisuras labiales, incapacidad para cerrar los párpados, desviación de la nariz hacia el lado no afectado, almacenándose la comida en el lado paralizado de la boca, no consiguiéndose provocar los reflejos palpebral y de amenaza ipsolaterales.

Se diagnostica tras descartar la afectación del oído medio, tal y como se comenta en ataxia, y a nivel del tronco encefálico, en cuyo caso debieran existir déficits de otros nervios craneales o de la propiocepción. Igualmente, la presencia de un síndrome de Horner descarta que la neuropatía sea idiopática.

La evolución es incierta ya que, aunque puede recuperarse por completo en semanas o meses, a veces no existe mejoría.

Se requiere tratamiento de sostén a base de lágrimas artificiales para evitar una queratoconjuntivitis seca.


Neuritis del trigémino


Es una enfermedad inflamatoria del nervio trigémino que afecta a animales generalmente viejos, con mayor frecuencia en perros que en gatos.

Cursa con una parálisis mandibular bilateral aguda, siendo el animal incapaz de cerrar la boca, babeando, y mostrando dificultad para comer y beber. Solo existen signos motores, no afectándose la parte sensitiva del nervio.


Neuropatías traumáticas

Neuropatías traumáticas

Los traumatismos son la causa más frecuente de neuropatía en pequeños animales, pudiendo deberse a fracturas, golpes por vehículos, heridas por armas de fuego, mordeduras, estiramientos de extremidades (avulsión del plexo braquial), y causas iatrogénicas (inyecciones intramusculares, secciones, etc.). Las lesiones de los nervios radial y ciático y del plexo braquial son las neuropatías traumáticas más frecuentes en pequeños animales.


Neuropatías focales

Las polineuropatías suelen provocar signos simétricos bilateralmente, afectándose usualmente primero las partes más distales de los miembros pélvicos, probablemente por la mayor longitud de sus nervios. En general, los nervios afectados son los espinales, aunque en algunas casos también se observan alteraciones en los pares craneales. Es interesante recordar que algunas enfermedades que afectan a la unión neuromuscular, como el botulismo y la parálisis por garrapatas, pueden simular una polineuropatía.

Las neuropatías pueden cursar solo con signos motores, sensitivos y vegetativos, o con una combinación de ellos. Normalmente, predominan los motores que, en cualquier caso, son de neurona motora inferior (parálisis flácida e hiporreflexia). Así, en una neuropatía traumática suele existir afectación motora y sensitiva, mientras que en una neuropatía degenerativa solo se suele alterar una función, generalmente la motora. La presencia de signos vegetativos es infrecuente, salvo en la disautonomía.

  • Neuropatía motora (signos de neurona motora inferior)
    • Paresia-parálisis
    • Hiporreflexia-arreflexia
    • Hipotonía-atonía muscular (flacidez)
    • Atrofia muscular neurogénica (aparece en 1-2 semanas)
  • Neuropatía sensitiva
    • Ataxia (déficit propioceptivo)
    • Hipoalgesia-analgesia
    • Hipoestesia-anestesia
    • Parestesia (automutilación)
    • Hiporreflexia-arreflexia
  • Neuropatía vegetativa
    • Anisocoria-midriasis
    • Secreción lacrimal disminuida
    • Salivación disminuida
    • Bradicardia

Los procesos relacionados con el oído medio e interno, aunque pertenecientes al sistema nervioso periférico, se
describe en ataxia.

Los traumatismos son la causa más frecuente de neuropatía en pequeños animales, pudiendo deberse a fracturas, golpes por vehículos, heridas por armas de fuego, mordeduras, estiramientos de extremidades (avulsión del plexo braquial), y causas iatrogénicas (inyecciones intramusculares, secciones, etc.). Las lesiones de los nervios radial y ciático y del plexo braquial son las neuropatías traumáticas más frecuentes en pequeños animales.


PARVOVIROSIS

La parvovirosis es una enfermedad vírica muy grave y contagiosa que afecta a los perros. Puede afectar a perros de cualquier edad que no estén vacunados, aunque es especialmente virulenta en cachorros. Así mismo hay algunas razas más sensibles: Rottweilers, Dobermans y razas nórdicas.

El virus de la parvovirosis es considerado como nuevo, ya que fue descubierto en los años 70. Se trata de un virus de gran resistencia que puede permanecer activo en suelos contaminados con materias fecales durante más de 6 meses.

Sintomas

Los síntomas más frecuentes son diarreas hemorrágicas, vómitos espumosos, apatía, anorexia, pérdida de peso, fiebre, dolor abdominal y en ocasiones muerte súbita.

En animales menores de 2 meses podemos encontrara una forma cardiaca que origina miocarditis y que va acompañada de diseña, gemidos y con frecuencia la muerte.

Transmisión

La vía de entrada es oral. Una vez que el virus ingresa en el organismo se multiplica en ganglios linfáticos para pasar posteriormente a la sangre y diseminarse por distintos órganos (intestino, médula ósea, corazón...).
Finalmente el virus es eliminado por las heces, siendo estas la fuente de
contagio para otros animales.

En el intestino el virus produce la destrucción de las células intestinales, lo que origina diarreas con pérdidas importantes de líquidos y proteínas. Esta destrucción celular predispone al padecimiento de infecciones bacterianas.

En la médula ósea el virus origina una disminución de glóbulos blancos
fundamentales para la defensa del organismo, aumentando también el riesgo de sufrir infecciones bacterianas secundarias.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico se realiza en base a la historia clínica, síntomas, análisis
sanguíneos y detección del virus en las heces mediante test serológicos, aunque con frecuencia estos tets pueden dar resultados falsos negativos (en los primeros días o pasados 12 días de la infección).

El tratamiento debe iniciarse cuando se detecten los primeros síntomas. Debido a que se trata de un problema vírico no existe tratamiento y por tanto lo que se debe hacer es intentar mejorar los síntomas clínicos y mantener al animal para que su sistema inmunitario luche contra el parvovirus. El tratamiento se basa en evitar la deshidratación y el desequilibrio electrolítico, evitar infecciones bacterianas mediante antibióticos y aplicar antieméticos para las nauseas y los vómitos.

La eliminación del virus por las heces puede durara hasta 21 días

Prevención

La prevención es la base para luchar contra esta infección. La vacunación correcta y el control del ambiente son muy importantes. El plan de vacunación se inicia a las 6 semanas de vida y debe continuarse anualmente durante toda la vida del animal.