daño sufrido por el nervio

martes, 17 de marzo de 2009
El daño sufrido por el nervio se define como:

  • Neurotmesis cuando se lesionan de forma completa todas las estructuras del nervio (axones y cubierta conectiva).
  • Axonotmesis cuando solo se dañan los axones, pero la cubierta conectiva permanece intacta, sirviendo de guía para la regeneración del axón.
  • Neuropraxia cuando existe interrupción temporal de la función y la conducción nerviosa, pero sin lesión estructural; aparece debilidad motriz, sin pérdida de sensibilidad, recuperándose la funcionalidad motora en días o semanas.

La capacidad de regeneración del nervio es directamente proporcional al grado de continuidad de las estructuras conectivas del nervio, por lo que es buena en los casos de axonotmesis y neuropraxia, y no en la neurotmesis. La velocidad de regeneración axonal es de 1-4 mm al día, pudiendo recuperarse la funcionalidad en semanas o meses.

La regeneración de los nervios sensitivos puede provocar la aparición de parestesias a las 2-3 semanas de producirse la lesión, existiendo el riesgo de automutilaciones.

Los signos clínicos, motores y sensitivos, varían con el nervio afectado.

El diagnóstico se suele realizar por la historia y el cuadro clínico, siendo útil la electromiografía para valorar la integridad del nervio y la intensidad del daño.

La recuperación de la funcionalidad neurológica es difícil de precisar, aunque es menos probable en el caso de la neurotmesis. Se considera que tienen mejor pronóstico las lesiones cercanas al músculo inervado.

Si no se recupera la funcionalidad, el tratamiento, en su caso, es quirúrgico. La fisioterapia (natación, masajes) es de ayuda para retrasar la atrofia muscular.


Neuropatía facial idiopática


Es una enfermedad de causa desconocida que afecta a perros y gatos adultos.

Debe diferenciarse de las lesiones del nervio facial que ocurren en algunas afecciones del oído medio y del tronco cerebral. Se considera que 3 de cada 4 neuropatías del facial en perro son idiopáticas, mientras solo 1 de cada 4 lo son en gatos.

La parálisis del nervio facial también se observa en otras enfermedades como en la polirradiculoneuritis idiopática, en las polineuropatías endocrinas (hipotiroidismo, insulinoma, etc.), en afecciones de la placa neuromuscular (miastenia grave, botulismo, etc.) e, igualmente, puede estar provocada por traumatismos.

Ver vídeo (secundaria a hipotiroidismo)

Por lo general la afectación es unilateral. El animal presenta de forma aguda una parálisis de los músculos inervados por el nervio facial, mostrando las orejas caídas, parálisis de las comisuras labiales, incapacidad para cerrar los párpados, desviación de la nariz hacia el lado no afectado, almacenándose la comida en el lado paralizado de la boca, no consiguiéndose provocar los reflejos palpebral y de amenaza ipsolaterales.

Se diagnostica tras descartar la afectación del oído medio, tal y como se comenta en ataxia, y a nivel del tronco encefálico, en cuyo caso debieran existir déficits de otros nervios craneales o de la propiocepción. Igualmente, la presencia de un síndrome de Horner descarta que la neuropatía sea idiopática.

La evolución es incierta ya que, aunque puede recuperarse por completo en semanas o meses, a veces no existe mejoría.

Se requiere tratamiento de sostén a base de lágrimas artificiales para evitar una queratoconjuntivitis seca.


Neuritis del trigémino


Es una enfermedad inflamatoria del nervio trigémino que afecta a animales generalmente viejos, con mayor frecuencia en perros que en gatos.

Cursa con una parálisis mandibular bilateral aguda, siendo el animal incapaz de cerrar la boca, babeando, y mostrando dificultad para comer y beber. Solo existen signos motores, no afectándose la parte sensitiva del nervio.


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